Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) el acoso escolar o "bullying" más frecuente es la intimidación física con golpes, empujones y encierros en un 16,1% a nivel global, además del acoso psicológico que es más frecuente en las naciones desarrolladas. Se suma el acoso sexual en el 11,2% de las escuelas del mundo y el acoso cibernético, con menos datos globales pero creciente en la era de las comunicaciones.


Ninguna de estas variantes son casos aislados ni el resultado de consecuencias socioeconómicas, pero se ha comprobado que atentan contra la educación de calidad porque impactan en el rendimiento escolar, elevando el ausentismo y el abandono. Siempre se tuvo a la escuela como un lugar de contención para casi el 30% de los chicos a nivel mundial, pero ahora este ámbito se ha revertido y muchos prefieren evitarlo porque enfrentan ataques sistemáticos.


Concretamente la Unesco señala que uno de cada tres niños sufre de bullying siendo la inferioridad socieconómica el factor más destacado en un país desarrollado y si ese niño es migrante será peor porque sus chances de sufrir intimidaciones aumentarán. Para el Banco Mundial el aprendizaje deber ser una experiencia alegre, convocante ya que no es posible asimilar la enseñanza en medio de un clima de violencia ya sea en las aulas, o cuando el chico se dirige a la escuela.


El organismo financiero mundial junto a numerosas ONG lleva adelante la campaña "Aprender sin miedo" para lo cual ha desarrollado una herramienta de diagnóstico integral que servirá de punto de referencia para medir el progreso en las escuelas sin miedo. Es decir, garantizar que todos los educandos tengan acceso a una enseñanza saludable para lo cual ayuda a los países a identificar los recursos y las brechas existentes en las acciones de gobierno y su incidencia en la escuela.


La situación es compleja y difícil de erradicar porque se plantea en países desarrollados y emergentes por igual. Más de la mitad de los niños en edad escolar son víctimas de algún tipo de acoso por parte de sus compañeros y más de 1.000 millones de chicos padecen de violencia en la escuela cada año, según este análisis que requiere acciones urgentes para neutralizar el bullying y que las aulas sean nuevamente un lugar grato donde el compañerismo genere amistades para siempre.


El relevamiento de la Unesco y del Banco Mundial obviamente incluye a la Argentina observando que en nuestro país 4 de cada 10 estudiantes admiten haber sufrido acoso escolar, una cifra preocupante para atender rápido el problema.