Alrededor de un 43% de las 6.000 lenguas que se estima que se hablan actualmente en el mundo están en peligro de extinción, según revela un estudio de las Naciones Unidas. Tan sólo unos pocos centenares de idiomas han tenido el privilegio de incorporarse a los sistemas educativos y al dominio público y menos de un centenar se utilizan en el mundo digital, con las alteraciones aplicadas en las redes sociales.


La diversidad cultural y el diálogo intercultural, el fomento de la educación para todos y la creación de las sociedades del conocimiento, son factores fundamentales para la labor que desarrolla la Unesco, pero esos cometidos no son posibles sin un amplio compromiso internacional orientado a promover el plurilingüismo y la diversidad idiomática, lo que incluye la preservación de las lenguas que tienden a desaparecer.


El uso de las lenguas maternas, en el marco de un enfoque plurilingüe, es un componente esencial de la educación de calidad, que es la base para empoderar a las mujeres y a los hombres y a sus sociedades. Se debe reconocer y promover este potencial de las lenguas para no dejar a nadie rezagado y construir un futuro más justo y sostenible para todos, como se recoge en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la organización internacional.


Internet es un factor determinante de la extinción idiomática y cultural ya que de los más de 6.000 idiomas existentes tan sólo el 5% son relevantes online.