El Senado de la Nación ha retomado el tratamiento en comisión del proyecto de Ley de Reforma Laboral, una norma que para el gobierno es necesaria para crear mejores condiciones en el proceso de generar una mayor cantidad de fuentes de trabajo, que es lo que el país está necesitando. La discusión de los primeros puntos comenzó hace unos meses, ante la negativa del sector sindical, pero quedó postergada a consecuencia de la situación por la que está atravesando el país.


En estas primeras discusiones se ha comenzado con la iniciativa de la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de Salud (Agnet), que será la encargada de realizar los estudios y evaluaciones de medicamentos, productos médicos e instrumentos tecnológicos destinados a prevenir, tratar o rehabilitar la salud. Este es uno de los temas que incluye la reforma laboral propuesta por el gobierno, al igual que la indemnización por despido; blanqueo laboral; sentencia o acuerdo laboral; ausencia de registración; fondo de cese; capacitación laboral y fomento empleo juvenil.


Cada uno de estos ítems implicarán un minucioso tratamiento en comisión antes de ser debatido en el recinto, lo que se calcula que ocurrirá en un par de meses.


De todas formas uno de los puntos que más preocupan en la actualidad es el del trabajo en negro, por las implicancias que tiene para el empleador como para el trabajador. Datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) correspondiente al tercer trimestre del año pasado, dan cuenta de que en el país por cada 10 puestos de trabajo del sector privado, 4 no están registrados. Se trata de un fenómeno que el gobierno ha intentado revertir con medidas provisorias que no han dado el resultado esperado. Un capítulo aparte merece el análisis de la situación laboral dentro del Estado, en el que el trabajo en negro está representado por la gran cantidad de variantes de contrataciones, planes sociales y afectaciones laborales que también son una forma de informalidad laboral.


En el tema de la reforma laboral será necesario que todos los sectores muestren un grado de flexibilización, para posibilitar la sanción de la ley correspondiente. Se trata de uno de los puntos en el que el gobierno tiene cifradas esperanzas para recuperar la oferta laboral, pero para lo que necesitará que tanto los sectores políticos como gremiales se convenzan de que con el aporte de todos se puede destrabar el actual entramado que perjudica a la generación de empleos.