La grave situación macroeconómica del país y la inestabilidad del mercado cambiario tienen sus efectos directo en el corazón de la industria nacional y local, precisamente en el funcionamiento de grandes empresas como también, y lo que es más preocupante, en las pymes y minipymes que afrontan un oscuro panorama ante la necesidad de conseguir insumos para poder continuar produciendo. De no solucionarse a la brevedad esta dificultad que se originó con el freno a las importaciones dispuesta por el Gobierno nacional y que se ha acentuado con las distorciones que ha venido sufriendo la economía en relación al comportamiento cambiario, las perspectivas de crecimiento que tiene. incluso, el FMI para la Argentina durante el 2024, que ronda el 2,8%, peligran con no cumplirse cayendo aún más las expectativas de una recuperación del mercado laboral.
Entre los sectores más afectados por la incidencia que tiene esta situación en la economía nacional en su conjunto, figura el de las maquinarias agrícolas, insumo para informática, repuestos para automotores que se emplean en tareas de reparación y mantenimiento de unidades tanto del sector público como privado, y otros productos vinculados a la salud y al funcionamiento de grandes máquinas que se utilizan en varios rubros vinculados con la construcción, la minería y las grandes obras que están en marcha en distintos puntos del país, como el acueducto del Gran Tulum en nuestra provincia que ha comenzado a tener algunos inconvenientes. En San Juan también se ha advertido este problema en un organismos como es el Emicar, que otorga las licencias para conducir. Por estos días el organismo ha estado extendiendo autorizaciones por papel, ante la imposibilidad de emitir el carné correspondiente por falta de plásticos para su confección.
La interrupción de actividades en la planta de General Motors en Rosario por falta de piezas importadas es una de las más graves consecuencias de estos días, situación que a una escala menor la sufren las pequeñas y medianas empresas, a las que les cuesta aún más hacerse de los dólares para conseguir insumos.
En la segunda mitad del año pasado, como efecto de la implementación del Sira (Sistema de Importación de la República Argentina) se vivió una situación de similares características en la que un grupo de automotrices debieron suspender su producción por falta de componentes importados para sus principales productos. El sistema Sira lo aplicó el Gobierno nacional para controlar el ingreso de mercadería del exterior en un intento por equilibrar la balanza de pagos, algo que ha resultado más contraproducente que positivo para la economía nacional al haber incidido negativamente en las líneas de producción de diferentes rubros.
En estas últimas semanas, a consecuencia de la inestabilidad económica y del agravamiento de la situación financiera cada nuevo día van surgiendo nuevos problemas ocasionados por los nuevos faltantes. Un panorama al que pronto habría que solucionar para evitar que incida negativamente en la capacidad productiva del país.
