Las provincias han quedado liberadas para decidir la apertura de las escuelas para el retorno a las clases presenciales, suspendidas por la pandemia, y en San Juan la autoridad ministerial considera que para marzo del próximo año se reiniciará la actividad en todos los niveles y modalidades educativas, siempre que la situación sanitaria lo permita. Es decir, en el mejor de los casos los alumnos volverán a las aulas tras un ciclo perdido sin pisar las casas de estudio.


Este panorama es preocupante por lo que representa la educación en la sociedad y los daños irreparables a los chicos atrapados frente a una pantalla informática con desánimo e incertidumbre, no obstante el esfuerzo de los docentes y la comprensión de los padres para cumplir con el calendario escolar en forma virtual. Más grave todavía es la posición sindical atada a un corporativismo nacional con la idea de mantener la actividad presencial y, además, condicionarla a la demanda salarial.


La dirigencia de UDAP, el gremio docente mayoritario en la provincia, ha señalado que necesitan conocer la situación epidemiológica y sanitaria de San Juan ante el anuncio del ministro Felipe de los Ríos porque la entidad no pone fechas y "no nos podemos acelerar a tomar decisiones'' según palabras del secretario general Luis Lucero. En consecuencia parece ser el sindicato el que tiene en sus manos la voluntad de regresar a los establecimientos educativos.


Coincidente con estas declaraciones se conoció a nivel nacional una carta pública suscripta por más de 500 docentes independientes rechazando el reclamo sindical por la vuelta a clases y advirtiendo la urgencia por la que atraviesa la escuela, a fin de evitar daños irreparables a los educandos. Estos maestros hicieron causa común con movimientos de padres organizados que vienen desde septiembre reclamando la presenciabilidad educativa con los protocolos sanitarios aconsejados.


Recuerda la misiva que la opinión científica recomienda abrir las escuelas, la experiencia en el mundo no ha provocado el aumento sensible del coronavirus y en muchos países donde se endurecieron las restricciones no se volvieron a cerrar las escuelas. Estas experiencias exitosas deben observarse en nuestro país para no seguir cometiendo errores como mantener a los chicos desconectados de la escuela. No es solución aplazar la vuelta a clases a cambio de dar computadoras al alumno, porque nada reemplaza a la tarea presencial del maestro.