Siempre se ha dicho que en nuestra provincia contamos con recursos naturales o vinculados al patrimonio histórico que no valorizamos en su real dimensión y que, por lo tanto, no los explotamos o preservamos como corresponde. La "ruta del adobe sanjuanina'' conformada por monumentos o sitios históricos edificados con esa técnica de construcción, es una prueba de ello. Está localizada, predominantemente, en el norte de nuestra provincia y la integran un par de decenas de construcciones entre iglesias, molinos y viviendas totalmente construidas con adobes, que a pesar de haber sido declaradas monumento histórico nacionales han sido objeto de abandono por parte de los gobiernos locales y nacionales. Uno de los argumentos con los que se pretende justificar esta situación es que esas construcciones no son antisísmicas y que, por lo tanto, no cumplen con la reglamentación para edificación en vigencia.

El caso del Santuario Arquidiocesano de San José de Jáchal, como el de la Capilla de Achango, en Iglesia, o de los molinos harineros de Jáchal, ponen en evidencia ese descuido que recién ahora ha sido advertido por la Comisión Nacional de Monumentos y Sitios Históricos. Este organismo ha implementado un programa para rescatar el valor patrimonial de este tipo de construcciones, proponiendo la utilización de técnicas empleadas en Medio Oriente. En este objetivo mucho ha tenido que ver una delegación de arquitectos de la península arábiga y de Africa, que hace unas semanas recorrió, junto a autoridades de la Comisión Nacional, la "ruta del adobe sanjuanina". Los expertos aconsejaron trabajar en la revalorización y conservación de construcciones de adobes, no solo en San Juan sino también de otros puntos del país, para gestionar luego que sean declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad. Para ello transmitieron experiencias de sus respectivos países donde este tipo de construcciones son muy valoradas.


Si bien estos sitios históricos están bajo la jurisdicción del organismo nacional pertinente, es necesario que los municipios y la provincia se sumen a esta tarea de rescate patrimonial, con el convencimiento de que estos atractivos contribuirán en gran medida a promover un mayor desarrollo turístico en esas zonas.