El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha diseñado una serie de pautas para tomar decisiones y gestionar medidas contra la crisis desatada por el Covid-19, que van más allá de la recuperación que se pueda alcanzar en el corto plazo, y que tiene como objetivo delinear acciones con vistas al año 2030, para que los líderes del mundo puedan tomar decisiones en favor de la población en el largo plazo. Esas pautas comprenden el abordaje de cuatro áreas principales; gobernanza, protección social, economía verde y la inclusión de los medios digitales.


El análisis de la PNUD señala que se ha identificado siete puntos críticos en los que los líderes de cada nación deben enfocarse para lograr una recuperación en no menos de una década. Entre esos puntos figura la necesidad de establecer un contrato social que contemple derechos y una mayor solidaridad. Promover una revolución de las capacidades enfocadas en la salud. Avanzar hacia una transición basada en el clima y la naturaleza. Contemplar un cambio decisivo en la inclusión y la diversidad. Promover una aceleración digital para las personas y el planeta. Alentar la paz, a través de instituciones y sociedades pacifistas, y reafirmar el multilateralismo y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.


En relación a la gobernanza existe cada vez más presión sobre los gobiernos para gestionar la crisis y la incertidumbre, prestar servicios digitalizados, permitir el acceso a la información y la protección social. Para ello, se recomienda que los gobiernos y la sociedad civil trabajen de la mano para promover la cohesión social y la igualdad de género, defender los derechos humanos y el estado de derecho, sobre todo en contextos frágiles y afectados por conflictos, donde las preocupaciones de justicia y seguridad pueden ser más agudas.


En el rubro de protección social, que incluye las transferencias monetarias, la cobertura universal de salud y el acceso a otros servicios esenciales, se asegura que es necesario erradicar las desigualdades. En ese sentido propone que se considere una moratoria de las deudas para todos los países vulnerables, y ayudar a los países a aprovechar al máximo y con eficacia esa capacidad fiscal.


En relación a la economía verde, se cree que éste es el momento de recuperar el equilibrio entre las personas y el planeta, mediante el diseño y soluciones basadas en la naturaleza y de bajo riesgo como parte de una nueva red de seguridad social para el mundo.


Por último está la inclusión de los medios digitales, como solución a los problemas de enseñanza y aprendizaje que se han planteado en este tiempo.


Todo un manual de instrucciones para revertir la situación de cada uno de los países, basadas en políticas de largo plazo que deberá seguir cada mandatario para cuando se supere definitivamente este mal.