Se ha mencionado en numerosas ocasiones que el uso de las redes sociales debe hacerse con gran cuidado y mucha prudencia por los riesgos que representa esta forma de comunicación no sólo para la gente común, sino especialmente para funcionarios o dirigentes sectoriales que acuden habitualmente a ellas para difundir aspectos de su vida privada y actividad oficial. A medida que el cargo es más alto, la responsabilidad es mayor y quién esté dispuesto a publicar algo ya sea por Facebook, Twitter o Instagram, deberá analizar previamente el impacto que esos breves escritos, videos o fotos, tendrán en millones de receptores, que de inmediato tomarán una actitud condenatoria o de apoyo, según la naturaleza o característica del mensaje.


En el caso del presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, su osadía por publicar en su cuenta de Twitter un polémico video obsceno vinculado al carnaval, le generó una lluvia de condenas en las redes sociales y de los sectores opositores, traducidos en pedidos de "impeachment" (proceso de destitución o residenciamiento mediante el que se pueden imputar cargos contra un alto funcionario de Gobierno, para después enjuiciarlo). Se acusa a Bolsonaro por "su falta de decoro al haber difundido imágenes indecentes para el público en general''.


En Brasil rige la Ley 107950 que de acuerdo con la Constitución Federal, incluye entre los crímenes de probidad en la administración, que son causales del 'impeachment'', el proceder de modo incompatible con la dignidad, la honra y el decoro del cargo. Bolsonaro, posee una cuenta de Twitter que tiene más de 3,5 millones de seguidores y que habitualmente utiliza para difundir las noticias oficiales de su gobierno. Su tentación por publicar en ese espacio una crítica al carnaval, el festejo más enraizado en las costumbres del pueblo brasileño, hizo que tuviera que enfrentar este planteo a poco de asumir sus funciones.


Hechos como éstos afronta periódicamente el presidente de EEUU, Donald Trump, entanto que Macri también fue objeto, hace unas semanas, de críticas por haber publicado en sus cuentas oficiales de Facebook e Instagram un video en el que dos rosarinos, que apoyan su gestión, culpan de la actual situación a los propios argentinos. Ellos dijeron que 'el problema de la Argentina somos los argentinos''. El posteo no cayó bien en numerosos usuarios de las redes sociales, demostrando que no hay que dejarse llevar por el primer impulso y publicar cosas que puedan ser mal interpretadas.