Cifras más, cifras menos, el fin de semana largo que acaba de transcurrir resultó muy favorable para la provincia en relación a la actividad turística. La ocupación hotelera y de hospedajes tanto en los departamentos del Gran San Juan, incluida la Capital, como en los departamentos alejados superó en promedio el 90%, a lo que hay que agregar la gran cantidad de personas que llegaron en forma particular a visitar a sus familiares y amigos, y permanecieron en San Juan en estos días, durante un período tan significativo como es el de la Semana Santa.


Desde esta misma columna, y a través de notas de columnistas colaboradores de la Sección Opinión, se ha venido insistiendo en lo conveniente que resulta estar preparados para estas oportunidades que, de acuerdo a lo previsto, se seguirán suscitando en el futuro, en determinadas épocas del año. La planificación de actividades que contemplen todos los aspectos vinculados a los servicios y comodidades para los turistas debe ser una constante, para lograr que la gente que nos visita quede satisfecha y sirva de promotora natural de las bondades que se pueden encontrar en la provincia.


Es bueno considerar que si en esta ocasión el movimiento turístico dejó más de 130 millones de pesos, según las primeras estimaciones oficiales, este fenómeno puede repetirse varias veces en el año representando una importante fuente de recursos para la economía provincial. Ingresos que no pueden desaprovecharse y que deberían ser reinvertidos para que el sector continúe desarrollándose. Así como es importante la programación de actividades, con eventos de jerarquía, como lo fueron en esta Semana Santa, el Turismo Nacional en El Villicum, el encuentro de propietarios de casas rodantes y el Abierto Across Internacional de Mountain Bike, entre otros espectáculos artísticos y musicales, también es primordial ir generando la infraestructura adecuada para recibir a tanta gente, como se vio en el paraje Vallecito -oratorio de la Difunta Correa- en el que siempre para esta época se suscitan algunos inconvenientes en la ruta de acceso y en sus instalaciones. 


Con el inicio del otoño se abre para San Juan una larga temporada que se extiende durante todo el invierno hasta la llegada de la primavera que debe estar destinada a captar la mayor cantidad de turistas. La caída de las hojas del otoño, sumado al famoso sol sanjuanino del invierno y la fresca brisa de la primavera, son recursos que deben ser promocionados y aprovechados. Lo que dejó esta Semana Santa debe servir como muestra del potencial que tienen el turismo en San Juan, al que hay que continuar desarrollándolo de la mejor manera.