Diferentes organismos multilaterales y analistas económicos internacionales siguen actualizando pronósticos sobre la recuperación de los mercados pos pandemia con estimaciones carentes de precisión porque la crisis sanitaria sigue presente y sin una contención eficaz, como sería una vacuna, y por ello nadie puede prever un antes y un después en esta situación impredecible. Sin embargo muchas economías han comenzado a reactivarse y sobre esa base la Organización Mundial del Comercio (OMC) tiene una mirada optimista, o menos mala, a la proyectada al principio de la pandemia.


La caída del intercambio comercial es histórica, con las cifras más pronunciadas desde que la OMC tiene registros del movimiento, pero podría ser mucho peor según el organismo, ya que las decisiones políticas en esta emergencia han amortiguado el duro golpe a la producción y al intercambio comercial, dos factores fundamentales para determinar el ritmo de la recuperación económica. Tras los masivos confinamientos en Europa, América y otras regiones gravitantes, la caída del comercio global estará entre un 13% y un 32% en 2020, si se logra un ascenso del 2,5% en lo que resta del año.


Sin embargo hay otros pronósticos de referencia, como el de Bloomberg Economics, que advierten sobre las condiciones requeridas para salir de la recesión y la principal no se cumple: tener bajo control al virus en este trimestre para terminar con las cuarentenas, de manera de volcarse rápidamente a recuperar los ingresos perdidos y así evitar un escenario con niveles negativos que podría alcanzar hasta finales de 2021 para volver a las cifras previas a la crisis del coronavirus. No obstante, hay buenos indicios con la reactivación productiva y comercial en las naciones desarrolladas y algunas emergentes que mejoran las perspectivas de estancamiento.


El Fondo Monetario Internacional (FMI) también es muy cauto al arriesgar pronósticos aunque varía las previsiones a medida que la pandemia recrudece en algunas regiones, pero estimando un impacto económico mayor al previsto hace dos meses, lo cual pone en peligro el progreso significativo realizado en la reducción de la pobreza en el mundo desde los años 90. Varios países han comenzado a recuperarse al poner en marcha el paralizado aparato económico y esto hace mirar hacia una normalidad en un mundo ávido de apertura de mercados, en particular de la oferta de insumos básicos caso del rubro alimentario que favorece a la Argentina.


Más del 75% de las naciones están reabriendo sus economías al mismo tiempo que la pandemia se intensifica en muchos mercados emergentes y economías en vías de desarrollo, pero todo será gradual por la ausencia de una solución médica y la incertidumbre por la desigualdad existente en muchos países.