La decisión del régimen venezolano de liberar a siete presos políticos, entre los que se encontraba el exgobernador del Estado de Zulia y excandidato presidencial de ese país, Manuel Rosales; y el periodista Leocenis García, ha sido calificada por la oposición y por organismos como Unasur, como un "paso positivo'' a favor de recuperar el régimen democrático, lo que venía siendo exigido por mandatarios y líderes de todo el mundo, inclusive por la Argentina. 

Integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que reúne a las fuerzas de la oposición de Venezuela, sostienen que la mayoría de los venezolanos desea vivir en democracia y que con presos políticos es imposible. Por ello consideran que haber liberado este año nuevo a este grupo de presos políticos "es un paso positivo'' y en la "dirección correcta''.

Estos siete presos están incluidos en la lista de 109 presos políticos, por lo que todavía quedan 102 detenidos por liberar, un objetivo que no resultará fácil lograr, pero por el que se debe seguir trabajando desde los distintos foros mundiales.