En la fecha se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, establecido en 1993 por las Naciones Unidas a instancias de la Unesco, para fomentar la libertad de información a través de un periodismo pluralista e independiente, como componente esencial de toda sociedad democrática. Esta garantía también lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su art.19, como un derecho fundamental.


Este año la Unesco celebra la fecha con la Conferencia Internacional en Namibia, de manera virtual y presencial bajo el lema "La información como bien público", oportunidad en que hará un llamado urgente para abordar la amenaza de extinción que enfrentan los medios de comunicación, agravada por la pandemia. Se busca mayor transparencia, fortalecer la seguridad de los periodistas, mejorar sus condiciones laborales y, particularmente, apoyar a los medios independientes.


Se trata de un tema urgente para ser considerado en todos los países frente a un cambiante sistema de comunicaciones que incide en nuestra salud, en los derechos básicos, en la vida democrática, y el desarrollo sustentable. Es que la libertad de prensa implica la decisión de investigar, recibir informaciones y opiniones, con la libertad de difundirlas sin limitación de fronteras y por cualquier medio de expresión válido.


Reivindicar el periodismo de calidad es una premisa en medio de una crisis sanitaria global frente a la avidez del pueblo para conocer la verdad en torno al coronavirus, donde la desinformación en las redes sociales y las especulaciones de las fake news aumentan la incertidumbre en tiempos atípicos donde las posiciones políticas e ideológicas pretenden dar un giro informativo a espaldas de la gente para cubrirse de sus desaciertos.


Los ataques a la libertad de informar con la verdad lo sentimos a diario también en nuestro país y hasta ciertos medios complacientes tildan a las publicaciones independientes de "medios opositores", denostando a calificados periodistas como mentirosos cuando investigan lo que omite el relato oficial. La prensa independiente no es opositora de ningún gobierno, sólo representa al ciudadano común que no tiene canales para expresar sus críticas, ideas y reclamos. Es el bien público que se reafirma en este día, sin ataduras ni compromisos en los medios sin ataduras ni compromisos ante la realidad.