En lo que va del mes de abril y parte de marzo el otoño sanjuanino, caracterizado históricamente por sus condiciones climáticas estables, que lo hacen una de las estaciones preferidas, se han registrado una cantidad inusitada de vientos no sólo del cuadrante Sur, que son los predominantes en nuestra provincia, sino también del Norte y el conocido viento Zonda que, anteriormente, en muy pocas ocasiones soplaba en esta época. Este fenómeno que se atribuye, en cierta forma, al cambio climático que se está dando en el mundo, lleva a la necesidad de implementar acciones tendientes a evitar los daños o consecuencias que los vientos provocan y que van desde la interrupción de servicios básicos para la comunidad, como el de energía eléctrica, caídas de árboles o ramas, desprendimiento de chapas o maderas de construcciones precarias, accidentes de tránsito por la reducción de la visibilidad, hasta daños en la infraestructura de pueblos y ciudades que luego cuesta mucho repararlos, con pérdidas de tiempo, esfuerzos y gastos particulares o de los organismos públicos competentes. 


Hay otro grave problema que surge a consecuencia de los vientos. Son los incendios tanto forestales como los que pueden llegar a originarse en los centros poblados. El hecho de que en la provincia se haya creado recientemente la primera brigada para combatir incendios forestales, en cumplimiento a lo dispuesto por el Sistema Federal de Manejo de Fuego, que depende del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, es muy auspicioso aunque habrá que observar cómo se implementa y si se toman en cuenta todas las advertencias que se han venido realizando en este sentido desde esta misma columna de opinión o por parte de las fuerzas vivas de la comunidad, que les ha tocado en varias ocasiones hacer frente a este tipo de incendios sin los elementos necesarios para combatirlos. 


Una de las principales falencias advertidas está vinculada a la falta de equipamiento apropiado para hacer frente a los incendios de las zonas rurales, en lugares donde no se cuenta con almacenamiento de agua para obtener este recurso tan necesario para combatir el fuego. También es importante que las brigadas especiales cuenten con todos los elementos para combatir las llamas en situaciones muy adversas, como generalmente son los escenarios en los que les toca intervenir. 


Es de esperar que se implementen a la brevedad, ante la ocurrencia de los vientos, las acciones necesarias para estar preparados ante la contingencia de un incendio forestal o en otros ámbitos. La situación de sequía que afronta nuestra provincia crea las condiciones propicias para estas catástrofes.