La dura confrontación del presidente Macri con los industriales echó por tierra las acusaciones de izquierda de que se gobierna para los empresarios. 


El ministro de Producción, Francisco Cabrera, pidió públicamente a los industriales que "dejen de llorar e inviertan y exporten' y esta crítica fue avalada por el propio mandatario con el beneplácito de gran parte del arco político de Cambiemos. La respuesta de la Unión Industrial Argentina (UIA) fue de rechazo a las "bravuconadas y descalificaciones' del Ejecutivo.


Mañana se reunirá la UIA con el jefe de Gabinete y el ministro del área para limar asperezas, intentando mostrar coincidencias en una agenda de trabajo. Sin embargo, en la Casa Rosada lamentan que los empresarios sigan aferrados a viejas prácticas comerciales, como cerrar las importaciones, sin ser competitivos.


Es que en el Gobierno insisten en que hay una política para reducir los costos logísticos, mejorar el financiamiento, bajar los aranceles de los bienes de capital, aumentar los reintegros a la exportación y depurar los procesos burocráticos. La discusión de mañana al mediodía intentará llegar a la verdad.