Los sanjuaninos enfrentamos en estos días el desafío de controlar el más grande de los brotes de contagio de Covid-19 registrado desde el inicio de la pandemia. La multiplicación de casos originado en el departamento Caucete, a consecuencia del ingreso del virus por alguna de las vías que escaparon a los controles interprovinciales, y que ahora se extiende por el resto de la provincia, es un hecho que si bien estaba en los cálculos de las autoridades sanitarias ha llevado a tomar medidas estrictas para intentar recuperar el estatus sanitario que tan orgullosamente ostentaba San Juan hasta el miércoles pasado. Hay que reconocer que ese estatus se había alcanzado gracias al esfuerzo y colaboración de todos los sanjuaninos que, en una actitud admirada por el resto del país, pusieron de relieve a partir de marzo último- los valores de una auténtica responsabilidad social, al acatar satisfactoriamente todas las medidas y protocolos de prevención. Esto hizo que en los primeros cinco meses del año los casos de contagios de Covid-19 fueran muy pocos haciendo que la curva que representa el aumento del número de casos fuera muy atenuada, con un comportamiento favorable para la provincia. Ante estos buenos resultados, San Juan fue una de las pocas jurisdicciones que comenzó a recuperar su ritmo normal de actividades, llegando a la Fase 5.

El sábado último tocó volver a Fase 1, con un confinamiento preventivo ante los numerosos casos de contagio que se dieron en unas pocas horas. La medida, lógicamente, no es muy alentadora, pero la población ha comprendido que es necesaria ante el peligro inminente de que la propagación del virus se haga masiva, en toda la provincia.

Corresponde, ante esta determinación, que todos pongamos de manifiesto nuestra responsabilidad social para evitar que el Covid-19 se propague sin obstáculos. No debería ser necesaria ninguna imposición ni vigilancia para que los ciudadanos hagan lo que hay que hacer.

Hay que hacer un esfuerzo más, pensando que hasta tanto no haya una vacuna confiable, el Covid-19 seguirá latente esperando manifestarse. De todas formas la población debe estar tranquila y confiada en que se están implementando todos los mecanismos para evitar que el virus siga circulando. De cortarle esa movilidad, en breve se podría recuperar el ritmo que traíamos y volver a niveles normales de propagación viral.