En los últimos días se conocieron los valores vinculados a la fuerte caída de la actividad industrial en el país, como consecuencia de la pandemia y la extensa cuarentena que ha tenido su impacto en los niveles de producción de cada una de las empresas del sector, lo que ha incidido directamente en el mercado laboral. Según la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) desde julio del año pasado hasta julio del 2020, el 43% de las empresas redujeron su planta de personal, mientras que el 47% redujo horas extras y el 29% efectivizó una reducción de la jornada laboral, todo esto en relación a la recesión que afecta al sector. Para revertir este panorama, los principales representantes del sector industrial del país, entre los que se encuentra Martín Rappanelli, presidente de la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires, consideran que desde el sector público se debe promover en forma urgente medidas que dinamicen el acceso al crédito, actualizando la normativa laboral, desarrollando la logística e introduciendo todas las mejoras posibles para que, en cuanto se logre superar o al menos mitigar los efectos que provoca el Covid-19 en la comunidad, se comience a trabajar decididamente en restablecer niveles de producción y recuperar las fuentes laborales, que es uno de los factores que más afligen. 


El objetivo principal es asegurar que la industria nacional siga funcionando ya que el mismo informe de ADIMRA señala que durante el período objeto de análisis el uso de la capacidad instalada por las empresas fue del 51,5%, es decir apenas un poco más de la mitad de todo el potencial que se dispone. Las mayores caídas fueron registradas en las provincias de Córdoba y Buenos Aires, precisamente donde se localizan las más altas concentraciones poblacionales que requieren de fuentes laborales para su subsistencia. En otros polos productivos como Entre Ríos y Santa Fe la caída no fue tan marcada y, por el contrario, se pudo observar en estos últimos meses un leve aumento de la producción, fundamentalmente, en rubros orientados al campo. 


Un aspecto positivo que permite albergar alguna esperanza de recuperación para los próximos meses es que se midió que la actividad metalúrgica superó en julio los niveles de producción pre-pandemia, con algunos altibajos por rubro, que es lo que ahora está preocupando ya que se deberán implementar políticas de desarrollo enfocadas en recuperar esas áreas. Determinar de qué forma se puede apoyar a cada sector surge como una de las tareas necesarias para lograr un crecimiento general de la industria sin que nadie quede en el camino.