Como ha ocurrido con la mayoría de las obras viales realizadas en nuestra provincia, el ensanche de la avenida José Ignacio de la Roza, más allá de los beneficios viales que proporcionará, dejará a una amplia zona de la ciudad convertida en un páramo. Esto, debido a que las autoridades de Vialidad o de Planeamiento Urbano, o directivos de la empresa constructora, no tomaron en consideración el impacto ambiental que tendrá la erradicación de varias decenas de ejemplares arbóreos que durante años proporcionaron sombra y oxígeno a un sector densamente poblado y de gran circulación de automotores.

Muchos vecinos de la zona comprendida en el tramo de avenida Central, entre calles Paula Albarracín de Sarmiento y Vélez Sarsfield, se percataron de este desastre la semana pasada, cuando máquinas de la empresa Milicic SA comenzaron la tareas de poda y desmonte de las copas de los árboles destinados a ser erradicados.

Todavía tienen la esperanza de que el proyecto contemple una solución para salvar los árboles, como debe ser, y no convertir en un desierto un tramo que históricamente se caracterizó por tener una de las arboledas más pintorescas de la ciudad de San Juan.

Más allá de la necesidad de ensanchar esta vía, los proyectistas tienen que dar una solución satisfactoria al tema forestal y no recurrir sólo a erradicar árboles para luego plantar nuevas especies que demorarán años en crecer.

Conservar las arboledas es una tendencia a nivel mundial, particularmente en climas áridos como el nuestro. Casos como el de esta obra se dieron hace un tiempo con el ensanche de la ex calle Mendoza, actual avenida Joaquín Uñac, o con la construcción del Conector Sur.

En la primera fueron erradicados cientos de eucaliptos centenarios cuyo impacto en el ambiente todavía no ha podido ser recuperado. El cambio del paisaje fue total.

En la obra del Conector Sur, los trabajos de forestación fracasaron en varias oportunidades, especialmente por la falta de prevención de una red de riego eficiente para asegurar el crecimiento de árboles nuevos. Hasta ahora, la forestación es muy deficiente y llevará años contar con ejemplares que puedan incidir en el ambiente.

La obra del ensanche de la avenida Central recién está comenzando y su concreción llevará varios meses. Esperamos que el avance de los trabajos no nos proporcionen un espectáculo de furia arboricida, en el que con saña o alevosía se dé fin a la vida de hermosos ejemplares.