En diciembre próximo se cumplirá el primer año desde que la Cámara de Diputados de la Nación sancionó la ley por la que fue creado el Parque Nacional del Iberá, en la provincia de Corrientes, asegurando la conservación de 158.000 hectáreas. Esta área, más la que conforma el Parque Provincial con 550.000 hectáreas, dan lugar al denominado gran parque Iberá que se caracteriza por albergar a numerosas especies de animales, algunos de ellos en peligro de extinción como el yetapá de collar o el ciervo de los pantanos. 


El empeño de autoridades provinciales y nacionales por darle a esta reserva ecológica el marco adecuado para garantizar su preservación, es lo que hace que en estos momentos el gran parque Iberá se haya transformado en un lugar único, que por su tamaño y calidad de hábitat se ha convertido en un área de conservación y de reintroducción de especies localmente extintas como el oso hormiguero, el tapir, el pecarí de collar, el venado de las pampas y el yaguareté, entre otros.


Desde el 2009, las autoridades correntinas junto a la fundación CLT (The Conservation Land Trust) comenzaron a trabajar decididamente en la delimitación del parque provincial Iberá, al entender que si querían que esta área volviera a contar con todas las especies de grandes mamíferos que se extinguieron, necesitaban que los ecosistemas de estos hábitats se encontraran adecuadamente protegidos. Trabajaron en la integridad ecológica de la cuenca tratando de conferirle calidad de destino ecoturístico. En 2016, se le cedió a la Nación parte de esas tierras a fin de que fuera creado el Parque y la Reserva nacional. La cuenca y la Reserva Natural del Iberá, que incluye los parques provincial y nacional, tiene una superficie de 1.300.000 hectáreas.


De esta forma este territorio ha sido revalorizado en diversos aspectos. Uno de ellos el aprovechamiento de la naturaleza y vida silvestre como recurso comercializable a través del turismo. Desde hace poco todo este territorio puede ser disfrutado por la gente, sirviendo de motor económico a los municipios que están en las inmediaciones.


Un procedimiento ejemplar que puede aplicarse al resto de los parques y reservas naturales que hay en el país, como la de San Guillermo, en nuestra provincia. La preservación de esta área y su aprovechamiento turístico, son dos objetivos que pueden complementarse a fin de contemplar el cuidado de nuestras reservas naturales y hacer que estas generen recursos con una de las actividades más promocionadas a nivel mundial.