La Capilla de Achango y el Templo Viejo de Santo Domingo de Guzmán son dos icónicas construcciones del departamento Iglesia estrechamente vinculadas con su historia, ya que de acuerdo a los registros que se disponen datan de finales del siglo XVIII o principios del XIX, es decir desde la época fundacional de esta jurisdicción. El estado de deterioro y las dificultades para mantenerlos y preservarlos ha llevado a las comunidades eclesiásticas y civiles encargadas de esta tarea a pedir el apoyo del Ministerio de Minería del Gobierno de la provincia para que contribuya con la restauración de estos edificios que forman parte el patrimonio cultural de Iglesia.


La iniciativa, canalizada a través del diputado nacional y presidente de la Comisión de Minería de la Cámara Baja del Congreso Nacional, Walberto Allende, fue bien recibida por las autoridades del área de Minería quienes se comprometieron a iniciar tratativas para hacer efectivo el apoyo solicitado.


Para la Capilla de Achango, templo en el que se rinde homenaje a la Virgen del Carmen, las mejoras solicitadas incluyen tanto la capilla como el pequeño poblado de casas de adobes habitados por los descendientes de la familia fundadora, los Poblete Montesino. Esta iglesia está ubicada en una explanada a 1.790 msnm y fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1997. Su construcción de adobes tiene un valor patrimonial incalculable.


El Templo Viejo de Santo Domingo de Guzmán data, según un Acta firmada, desde 1835. El templo original habría sido destruido en 1894 por un gran terremoto que se constituyó en la primera catástrofe sísmica registrada en el país.


El "Templo Viejo" al igual que el de Achango, tiene paredes de tapiales, techo de palos y carrizos, típicos de la zona y ha resistido todos los terremotos del siglo XX y el último de la provincia.


La existencia de la Capilla de Achango y el Templo Viejo de Santo Domingo de Guzmán, como iglesias de la zona, fueron los que dieron origen al nombre de Iglesia para el departamento.


Más allá de la procedencia de los fondos que se precisan para las obras de restauración, el hecho de que surgirán del área de minería del Gobierno de la provincia implica que se recurre a un sector específico muy vinculado al departamento. El aporte de la minería es una manera de retribuir a Iglesia los recursos que se obtienen de la explotación de los distintos yacimientos que han sido descubiertos y que están en plena etapa de extracción como una de las actividades económicas más redituables de la zona.