En medio de tanta convulsión provocada por las medidas implementadas por el gobierno para controlar la pandemia del coronavirus, se impone la necesidad de no bajar la guardia en relación a las acciones para controlar el dengue, que es tan grave como el Covid-19 y también puede llegar a afectar en gran medida al sistema sanitario del país.


La proliferación del virus que transmite el mosquito Aedes Aegypti es preocupante porque a pesar de las medidas de prevención instrumentadas por la Nación y la mayoría de las provincias, el número de casos, como también de muertes, sigue en aumento, cuando todavía quedan días de calor antes que lleguen los primeros fríos, que son los que actúan como control natural de la población de los mosquitos transmisores de esta enfermedad.


Las acciones para combatir el virus, consistente en campañas de fumigación y recomendaciones sobre cómo se debe actuar para evitar la proliferación de los mosquitos, se iniciaron apenas comenzó el verano, y se intensificaron a medida que el cuadro de situación se fue agravando. Provincias como Chaco, Misiones, Santa Fe, Córdoba, La Rioja, San Juan y Buenos Aires, incluida la CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) pusieron, hasta antes de agravarse el panorama del coronavirus, especial atención en tratar de evitar la proliferación del virus. En nuestra provincia, al conocerse que en varios departamentos del Este sanjuanino, como Valle Fértil, Caucete y 25 de Mayo, se habían detectado mosquitos transmisores, las respectivas comunas dispusieron la fumigación de amplios sectores, en una acción atenuante que no ha logrado dejar libre de insectos esos lugares. 


Actualmente el peligro del dengue sigue latente y solo queda tomar todas las medidas precautorias posibles, para evitar que el mal se extienda por todo el territorio nacional. 


Hay que tener en cuenta que el virus del dengue o zika produce fiebre alta, sarpullido y dolor en los músculos y las articulaciones. En los casos más graves puede haber hemorragia profusa y un shock, que pueden llevar a la muerte. Los casos más graves requieren atención hospitalaria.


De acuerdo con el comportamiento habitual en años anteriores, se estima que en las últimas semanas de este mes se registrará el pico de la enfermedad y ya en abril empezarán a mermar los casos, ante la llegada del frío. No obstante habrá que estar preparados para atender a miles de personas afectadas por el virus y mantener las medidas de prevención para evitar un nuevo brote fuera de temporada.