En la medida que el tránsito vehicular se hace más intenso en las ciudades la gente está acudiendo a la utilización de otros tipos de transportes alternativos como las bicicletas, motos eléctricas o de baja cilindrada o los monopatines eléctricos que en algunas capitales como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han proliferado en grandes cantidades. Es un hecho que estos medios ofrecen las ventajas de ser económicos, rápidos y en esta época de pandemia asegura el distanciamiento social que en ocasiones no se logra en el transporte público. Pero para que esta alternativa se generalice realmente en todo el país y beneficie a provincias como San Juan hay que trabajar en dos aspectos fundamentales para evitar los peligros en su utilización: el ordenamiento general del tránsito inculcando el respeto de los conductores en favor de los vehículos más chicos y dotar a la ciudad de una infraestructura básica que permita a esos rodados circular con mayor seguridad y contar con los lugares adecuados para su estacionamiento.

Empleados de la administración pública, municipales, de empresas privadas, del comercio o gestores de trámites forman parte del grupo de personas que estos transportes los pueden beneficiar en gran medida permitiéndoles desplazarse entre el tránsito urbano, de un edificio de oficinas a otro, con un costo reducido y en una forma muy rápida, sin problemas de estacionamiento u otros que presentan los automotores. 

En un plano de comparación los monopatines eléctricos están en un nivel similar al de las bicicletas que se alquilan para trasladarse de un punto determinado a otro, servicio disponible en la mayoría de las grandes ciudades del mundo. Lo mismo que las motos eléctricas con las que se consiguen dos objetivos: contaminar menos y ahorrar mucho espacio en el estacionamiento.

Respecto del fenómeno de los monopatines eléctricos, los prestatarios de servicios turísticos fueron los primeros en ver la ventaja de este medio de transporte. En España y otras capitales europeas se ha incorporado este rodado para permitir a los turistas visitar distintos rincones de las ciudades sin tener que trasladarse en colectivo u otros medios de transporte similares. En nuestra provincia también se ha experimentado con pequeños contingentes para recorrer distintos puntos de la ciudad Capital con muy buen resultado, por lo que ahora se podría avanzar en promover su utilización para otras actividades vinculadas a los servicios o la producción. 

La necesidad de adaptar las normas de tránsito y la manera de circular de estos rodados por las calles ha llevado a que se introduzcan modificaciones a la Ley nacional de tránsito 24.449, que deberían ser de aplicación inmediata en la provincia.