Un programa inicial, como prueba piloto en Valle Fértil, apunta a dar un estímulo con una herramienta específica a los pequeños productores de ganado bovino del departamento, sin recursos económicos para mejorar las condiciones de la actividad afectada por las serias inclemencias climáticas, que repercuten en la falta de agua y el deterioro de las pasturas en los campos.


Este impulso lo da la municipalidad para evitar el colapso de una actividad que es parte de la economía lugareña. Quienes posean un sistema de riego apropiado y un terreno apto para siembra, recibirán 15 kilos de semilla de alfalfa de la variedad Monarca grado 8 por hectárea, en tanto el faltante si el beneficiario acredita mayor superficie, deberá hacerlo por su cuenta ya que se trata de una ayuda en esta primera etapa.


La producción forrajera para venta de fardos está en manos de pocos vallistos, por lo que con este proyecto se busca agruparlos para potenciar la actividad a fin de abastecer al sector ganadero, y por ende a la economía de la zona. La idea contempla tener alimento suficiente para los animales y respaldar a los agricultores dedicados a la venta de fardos de pasto, un negocio muy conveniente pero prácticamente ausente en el lugar, lo suficientemente rentable.


Esta pastura, tanto las variedades Monarca como Salinera, son de alto rendimiento en San Juan, como se ha comprobado en el Valle de Tulum con una producción de 20 a 22 mil kilogramos por hectárea con la obtención de 40 rollos de 500 kilogramos por hectárea en una temporada. Otra ventaja es que la alfalfa en rollo mantiene muy buena su calidad durante dos años con el cuidado adecuado.


Fortalecer la ganadería en San Juan es fundamental para el abastecimiento de la provincia que solo produce el 10% de su demanda y, además, hay una tendencia en el mundo de autoabastecer el consumo local para favorecer la economía en cada localidad, ahorrando recursos y cuidando el medio ambiente, según lo revelado por el Suplemento Verde de este diario.


Para los especialistas el ciclo de cría del ganado debería iniciarse en los departamentos alejados, Calingasta, Jáchal, Iglesia y Valle Fértil para luego seguir en cualquier campo con alfalfa y finalmente terminar el ganado en un feedlot. Este negocio es complejo y lleva su tiempo, pero el caso del Valle está bien encaminado a partir de la política municipal de promoción forrajera al pequeño productor de hacienda del lugar.