Es conocido que el uso de la energía solar fotovoltaica ofrece numerosas ventajas tanto a nivel industrial como domiciliario, por una serie de características que le son propias y que van desde un sustancial ahorro en su generación hasta su aporte al medio ambiente. A medida que su producción va en aumento, a través de los parques solares, y que se está utilizando cada vez más en la industria, a nivel domiciliario no se ha alcanzado un desarrollo masivo, a pesar de que su eficiencia y ventajas están debidamente demostradas.


Hay empresas del medio y de afuera de la provincia que, aprovechando la insipiente legislación en vigencia, están ofreciendo artefactos alimentados con energía solar, que instalados en viviendas particulares son capaces de promover un ahorro, respecto a la utilización de la energía eléctrica tradicional o gas natural, de alrededor del 40%, con algunos períodos durante el día en que hay superávit de producción, que por ahora no se está aprovechando.


Básicamente, el proceso de producción de la energía fotovoltaica domiciliaria requiere de paneles solares, los cuales convierten la luz solar en electricidad de corriente continua. Luego está el inversor, que es un dispositivo que convierte la energía continua en alterna, y el transformador, que se encarga de subir el voltaje de la energía producida a 220 kV, para su uso normal. Hay una característica a tener en cuenta, la energía producida, en la práctica, no se puede almacenar por lo que hay que utilizarla o encausarla a un sistema interconectado.


Si bien la instalación de un sistema fotovoltaico tiene un costo que para la mayoría es elevado, es una inversión que se realiza por única vez y que tiene poco mantenimiento. Es en este aspecto en el que se debe trabajar promoviendo su uso en viviendas sociales particulares como las que construye el IPV. En este sentido jóvenes empresarios de nuestro medio han interesado al organismo oficial de vivienda de la provincia en el proyecto de incorporar en los nuevos barrios un kit básico de energía fotovoltaica que abrirá la posibilidad de su uso masivo, sobre el que todavía no hay respuesta. Pero hay un aspecto fundamental y que está pendiente para que esto resulte exitoso y consiste en reglamentar a nivel provincial la Ley nacional de energías renovables, que posibilita a los usuarios común de una vivienda, al igual que lo hace un gran parque solar, comercializar el excedente de energía que pueda producir cada hogar. Por sus características climáticas, con muchas horas y días de sol, y horas en que no se utiliza esa energía San Juan está en inmejorables condiciones de hacer masivo el sistema haciendo que la instalación de los equipos sea posible y que no resulten tan costosos.