Primero fue el exgobernador de Buenos Aires y dirigentes del Partido Justicialista, Felipe Solá, quien dijo que sería conveniente recrear la Junta Nacional de Granos, que funcionó en el país hasta 1991 y que permitía regular el precio interno del trigo y del pan. Luego le tocó el turno al dirigente de los movimientos sociales vinculados al kirchnerismo, Juan Grabois, quien propuso una reforma agraria mediante la expropiación de unas 50.000 parcelas, con el objeto de concretar una ‘redistribución de la tierra”. Ambas propuestas, además de ser consideradas anacrónicas e inconstitucionales, también han sido calificadas como un disparate si se tiene en cuenta la actual estructura del campo y los resultados que se están obteniendo con cosechas récord que se traducen en una mayor cantidad de inversiones y creación de empleos. Esto es producto de un mayor desarrollo tecnológico y de inversiones que la gente del campo está efectuando, con el convencimiento de que se transita por el camino correcto.
En ambos casos, las propuestas de Solá y de Grabois han tenido hasta ahora similar repercusión tanto en los sectores desde los que provienen estos dirigentes, como de los principales referentes del campo argentino. Desde el Frente de Todos, la corriente política que propone la fórmula Fernández-Fernández para la presidencia y vicepresidencia de la Nación, no se le ha dado gran repercusión y se ha intentado minimizar los alcance de estas ideas que, aparentemente, no están incluidas en la plataforma electoral de esta agrupación. Por otra parte desde el sector representado por el ministro de Agricultura, Luis Etchevehere, y el titular de la Rural, Daniel Pellegrina, hubo coincidencia en que estas ideas no son conducentes de acciones que merezcan ser tenidas en cuenta. Respecto de la idea de Solá dijeron que es volver atrás con algo que ya se consideraba superado y con la Grabois, que es un sistema tan malo que hasta el comunismo lo ha dejado de lado.
A medida que transcurra la campaña electoral y se comiencen a decantar ideas y propuestas es muy probable que haya sectores interesados en promover sus ideología a través de líneas de acciones que buscan ir creando el ámbito adecuado para luego ser puestas en vigencia. Ante esta metodología los ciudadanos deben estar preparados para evitar ser sorprendidos en su buena fe por individuos que buscan instalar sistemas que ya han sido probados y rechazados en otros países.
Las propuestas de Solá y Grabois no sólo buscan retrotraer la actividad del campo a un pasado ya superado, sino que también pretenden la implementación de fórmulas que nunca funcionaron.
