Las personas mayores afrontan, actualmente, dos problemas cruciales entre otros tantos que son propios de esta etapa de la vida. Uno de ellos es el mal de la soledad, considerado en todo el mundo como un serio problema de salud pública que merece ser atendido por los respectivos Estados. Investigadores del tema han encontrado pruebas cada vez más concluyentes que vinculan la soledad con enfermedades físicas así como con un declive funcional y cognitivo. Ha quedado demostrado que la soledad afecta varias funciones corporales claves, a la vez que puede elevar la presión arterial y afectar el sistema inmunológico.
El otro problema está vinculado con la inseguridad de la que están siendo objeto, ante un marcado aumento de la delincuencia. En nuestra provincia, en los últimos días se han suscitado una serie de hechos delictivos que han tenido a personas mayores como principales afectadas.
Los organismos pertinentes, como también las generaciones más jóvenes deben prestar más atención a estos aspectos, implementando sistemas de contención y protección para las personas de la tercera edad. Es el reconocimiento obligado para personas que han hecho oportunamente un aporte al país.