La Argentina tiene el privilegio de contar, en distintos puntos del país, con grandes humedales que desde su formación han contribuido con la regulación del medio ambiente en sus respectivas áreas de influencia.

Por sus características, superficie e incidencia en el ambiente, los humedales del Paraná son los más importantes, y son los que actualmente están siendo objeto de diversos actos de avasallamiento como la quema ilegal de las islas del Paraná, que se ha convertido en una constante como consecuencia del aumento indiscriminado de la actividad económica-ganadera. Esto genera la depredación de la flora y la fauna autóctona y la degradación irremediable del medio ambiente. Además de la pérdida de lo que ofrece el río por su valor ambiental, el sostén de la cultura e identidad, al ser fuente de inspiración para la pintura, la poesía, el arte y la música de los pueblos radicados en esa área.

Los humedales son zonas de tierra, generalmente plana, cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitente. Al cubrirse regularmente de agua el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre lo puramente acuático y lo terrestre. Los procesos hidrológicos y ecológicos que ocurren en sus humedales, la diversidad biológica que sustentan y los recursos naturales que proveen, hacen de éste hábitat fuente de vida y de desarrollo. 

En San Juan hay dos humedales que se destacan; el del Parque Presidente Sarmiento, en Zonda (748 hectáreas), y el de las Lagunas de Guanacache (con más de 2.500 kilómetros cuadrados de superficie) que se extiende en la zona Sureste de la provincia abarcando gran parte del departamento Sarmiento, y designado desde 1999 como Sitio Ramsar. Los humedales locales, a diferencia de los del Paraná tienen más problemas por la sequía que por las agresiones del hombre. De todas formas hay que trabajar más intensamente para hacer que estos sitios estén bien conservados y protegidos e incidan favorablemente en el medio ambiente.

El problema de la quema ilegal en las islas del Paraná con sus humedales, ha dado lugar a que desde distintos sectores vinculados con la protección ambiental se esté solicitando en forma urgente una Ley Nacional de Humedales, que beneficiaría a la conservación de todos estos sitios.

Con una ley nacional de protección a los humedales se logrará por medio de la competencia federal, proteger acabadamente éste "Patrimonio Ambiental de la Humanidad" y sancionar el ilícito accionar de quienes ponen en riesgo la Salud Pública y el derecho de las generaciones futuras de vivir en un ambiente sano.