Desde el 24 de febrero pasado la Federación Rusa lanzó una ofensiva sobre Ucrania iniciando un conflicto bélico de grandes proporciones que ha sido calificado de exterminio por la comunidad internacional, por las atrocidades que el ejército ruso ha cometido en contra del pueblo ucraniano.

A pesar de los dichos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de que su país no ha cometido ninguna masacre de civiles en Ucrania, se sabe que la "operación militar especial" que lleva adelante la Federación Rusa ha provocado numerosas muertes y heridos. También ha causado importantes daños materiales como la destrucción de edificios e infraestructura de cada pueblo atacado. Además las acciones militares están creando condiciones de vida cada vez más difíciles para la población dificultando el acceso a los alimentos más básicos, agua potable, electricidad, medicinas esenciales y calefacción, este último un factor muy importante para países que están ubicados en el Hemisferio Norte.

Al promediar el mes pasado, el Parlamento de Ucrania aprobó una declaración en la que se habla del genocidio de Rusia contra este país. Pero no es la primera vez que se aplica este calificativo a las acciones rusas. El 16 de marzo último la Corte Internacional de Justicia de la Haya dictó una sentencia previsional en el caso de Ucrania contra la Federación de Rusia, en la que declara que Ucrania y la mencionada Federación son ambas partes en la Convención sobre el Genocidio. Señaló también que es un hecho que la población civil afectada por el conflicto bélico se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad por lo que cualquier acción en contra de ella es tomada como un acto de agresividad sin ningún tipo de oposición. 

La comunidad internacional ha coincidido que a pesar de las advertencias Rusia ha seguido violando descaradamente la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, y ha continuado con los bombardeos en distintas zonas del país, como por ejemplo en las ciudades de Bucha, Irpin, Kramatorsk y Mariupol, destruyendo viviendas, hospitales y escuelas. También ha seguido perpetrando innumerables crímenes de guerra al asesinar, violar, torturar y matar de hambre a la población. 

Hay muchos que hablan de una guerra genocida porque las atrocidades descubiertas en Ucrania califican para este concepto. También están los que dicen que cada vez está más claro que Putin sólo está tratando de eliminar la idea de "ser ucraniano", como un factor de dominación y de negación de la existencia de Ucrania.