Según datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo de la Nación, el empleo formal o en blanco ha iniciado, desde principio de este año, un peligroso descenso que lo ubica en un nivel cercano al de fines de octubre de 2017, en que el total de empleados registrados había alcanzado algo más de 12.200.000. Cabe consignar que la curva del empleo en blanco tuvo el año pasado un pronunciado ascenso desde abril hasta diciembre que hizo que la cantidad de empleados registrados pasaran de algo más de 12.050.000 a 12.368.600, su máximo nivel. De ahí en más, la tendencia cambió bruscamente iniciando un marcado descenso en los primeros cuatro meses del año, con el riesgo de que este comportamiento continúe en lo que resta del año.


Más allá de las discusiones internas entre sindicalistas y representantes del gobierno por asuntos vinculados al aspecto laboral, que incluye pretensiones salariales y de condiciones de trabajo, y derechos adquiridos, todos estos sectores deben abocarse a la brevedad a revertir la pérdida de empleo en blanco, que desde principio de año ha estado en el orden de los 94.500 puestos de trabajo.


Hay que tener en cuenta que los trabajadores asalariados e independientes no registrados o "en negro" suman unos 7.000.000 y que hay 1.500.000 desocupados. En total la población económicamente activa alcanza casi los 21 millones de personas.


También hay que tener en cuenta que todos estos valores se han estado manejando hasta el mes de mayo, es decir antes de la crisis del dólar que provocó una gran devaluación y la alteración de todas las variables económicas.


Las causas de este desmejoramiento de los índices de empleo en blanco se han dado por menores contrataciones de asalariados privados, menor actividad y mayor morosidad entre los trabajadores independientes (monotributistas y autónomos), y a consecuencia de la caída de la actividad industrial, la construcción, el comercio, los restaurantes y hoteles, y transportes y comunicaciones.


Antes de discutir mejoras salariales u otras exigencias laborales, hay que avanzar en proporcionar a las empresas mejores condiciones a la hora de tomar empleados o mantener sus plantas de personal. Sólo así se puede garantizar mantener el nivel de empleo en blanco hasta tanto se puedan observar signos de la reactivación que estamos esperando.