La noticia de que en Formosa no se están respetando las libertades individuales en los denominados centros de aislamiento para pacientes sospechados de ser positivos de Covid-19 generó en los últimos días una serie de acusaciones contra el gobierno de Gildo Insfrán. Más allá de que las denuncias prosperaran y motivaran la visita a aquella provincia del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, lo lamentable de la situación es que se ha tenido que intervenir por un asunto vinculado al cercenamiento de las libertades individuales, un derecho constitucional que debe ser defendido como un bien propio del sistema democrático. 

El avasallamiento de libertades individuales no es una novedad en Formosa. Hay una larga lista de incidentes con medios de comunicación que se interesan por difundir temáticas que incomodan a aquel poder provincial. Las patotas que responden al Gobernador han hostigado decenas de veces a enviados especiales que sólo quieren mostrar qué pasa y reflejar las duras condiciones por las que atraviesa la población.

La realidad de los wichis también ha dado lugar a numerosos reclamos ante el gobierno de Insfrán, por la falta de sensibilidad y las condiciones deplorables en que vive esta comunidad aborigen, sumida en la carencia de elementos básicos y esenciales que han derivado en casos de desnutrición y de falta de crecimiento y desarrollo de niños y adolescentes de ese pueblo.

En esta ocasión el conflicto se desató al difundirse por los medios de comunicación y redes sociales que en Formosa están funcionando los ya populares centros de aislamiento vinculados a la pandemia del Covid-19. Estos sitios, como ya se conoce, han sido muy cuestionados desde el punto de vista que la gente es llevada compulsivamente, muchas veces sin conocimiento de sus familiares o amigos. También están los centros clandestinos de detención donde las investigaciones apuntan a determinar si se están cometiendo hechos de violencia con poco respeto a la figura del ser humano. Respecto de los centros de aislamientos las denuncias apuntan a varias irregularidades, como mantener a la gente hacinada y en condiciones muy deplorables, una situación muy grave si se tiene en cuenta que se está atentando contra uno de los derechos más importantes que posee el ser humano, que es el de la libertad.

Las autoridades nacionales deberán interceder para que en esa provincia se restablezca la normalidad, motivando a que este tipo de hechos no sean tomados como antecedentes ni se repitan en otras partes del país.