El cuerpo humano dispone de mecanismos para regular la temperatura corporal, pero cuando las temperaturas externas suben en exceso en ocasiones ese autocontrol no funciona eficientemente y las consecuencias pueden resultar peligrosas. La termorregulación es la capacidad que tiene el cuerpo de controlar su propia temperatura para mantenerla en un rango que va de los 35,5ºC a los 37ºC, pero con temperaturas tan elevadas, como las que estamos teniendo en nuestra provincia en los últimos días, este sistema de autorregulación puede fallar, lo que deriva en una serie de patologías que pueden llegar a ser muy peligrosas para el organismo. Es cuando hay que tomar todos los recaudos para evitar que estas variaciones de temperaturas extremas incidan en la salud, adoptando normas de comportamiento aconsejadas por Salud Pública, que ayuden a prevenir sus efectos, entre ellas una correcta hidratación, el consumo de alimentos apropiados de baja calorías y no exponiéndose a cambios bruscos de temperaturas provocados por la exposición al sol o a los aires acondicionados. 

Hay que tener en cuenta que para los próximos días el SMN (Servicio Meteorológico Nacional) con estación observadora en el aeropuerto de Las Chacritas, prevé que se volverán a repetir los calores extremos, los que está marcando una intensidad atípica. Esta tendencia está relacionada con el calentamiento global y se sucede aquí con igual o mayor rigor que en otras partes del mundo.

La gran cantidad de actividades al aire libre en estos días de vacaciones requieren mucha atención para evitar los efectos del denominado golpe de calor, que puede sorprender con diferentes patologías e incluso con alguna descompensación muy habituales en esta época. Por eso se debe evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16, aun con los protectores para la piel, y beber agua con mayor frecuencia, se tenga o no sed, y evitar las bebidas con cafeína o con azúcares en exceso.

Los médicos aconsejan consumir frutas y verduras, evitar las comidas abundantes y la actividad física intensa, y a los chicos ofrecerles continuamente agua o jugos de fruta naturales y, en el caso de los lactantes, amamantarlos con mayor frecuencia en lugares bien ventilados o climatizados si se puede. Y tener siempre a mano los teléfonos de emergencia por un imprevisto. En este cuadro de alerta, los servicios básicos son fundamentales para atender la emergencia térmica, para asegurar la electricidad domiciliaria evitando cortes por sobrecargas debido a un mayor consumo, como también el agua potable por los abusos con las piletas. Los incendios de pastizales también están relacionados por la extrema sequedad del suelo, los escasos recursos para controlarlos y las variaciones térmicas típicas de la temporada estival.