El problemático Conector Sur, una avenida urbana mal llamada "vía rápida'' entre la Capital y Rawson, construida hace más de una década, tiene una historia de infortunios, desde un pésimo diseño hasta decenas de siniestros, varios fatales. No es una autopista porque tiene cruces a nivel y enormes rotondas que complican la marcha y motivan la transgresión.


El caos ha promovido cambios estructurales sustentados en tres modificaciones: la eliminación de las rotondas y la instalación de semáforos y bandas sonoras, franjas sobre el pavimento que producen vibración al cruzarlas. Con estos cambios Vialidad Provincial espera que no se superen los 60 kilómetros por hora. Será una consultora la encargada de desarrollar la ingeniería específica.


Los especialistas alertan sobre la tecnología a emplear para canalizar el tránsito con el menor riesgo posible. Por ejemplo, los semáforos tradicionales no se ajustan a la demanda en tiempo real de los vehículos: siempre tienen la misma cadencia, basada en temporizadores, independientemente de la densidad de tráfico que haya o no gente esperando en cruces peatonales.


Si bien algunas señales luminosas actúan de forma diferente dependiendo de los horarios nocturno o diurno, el verdadero avance tecnológico son los semáforos inteligentes, que tienen en cuenta a los vehículos y a los peatones y ajustan automáticamente el tiempo para minimizar la espera.


Las arterias troncales que comunican la ciudad con el Gran San Juan tienen horas pico de alto tránsito en días hábiles. La congestión se produce a primera hora de la mañana, al mediodía, a primera hora de la tarde y al caer la noche. Fuera de esta rutina las calles tienen escaso movimiento. Será difícil que alguien respete en plena madrugada la onda verde que obliga a transitar a 60 km/h, en el problemático Conector, donde habitualmente se producen numerosos accidentes de tránsito en esas horas en las que el respeto y la precaución no son tenidas en cuenta por algunos conductores.


Las cámaras de seguridad son parte de los semáforos inteligentes. El sistema puede establecer como optimizar el funcionamiento mediante un software que identifica las imágenes y calcula el flujo de tránsito; pero todo está condicionado a la inversión. Lo importante es no caer en las improvisaciones como las que llevaron a construir la trágica "vía rápida".