El efecto Trump tiende a globalizarse por el accionar de los movimientos de ultraderecha y más en Europa, donde hubo un congreso contra la "islamización" del continente y llamando a salir de lo que consideran la "prisión de la Unión Europea" que quita individualidad política, económica y social. 


Según la activista francesa Marine Le Pen, el patriotismo no es una política del pasado sino del futuro, y criticó duramente a los partidos tradicionales por ocultar la verdad y apoyar incluso la islamización de la sociedad, sin ser capaces de denunciar que el islam no respeta la igualdad entre hombres y mujeres. 


Los millones de refugiados establecidos en la UE contribuyen a captar seguidores y por ello no sorprende que Geert Wilders encabece las encuestas para las elecciones legislativas de marzo en Holanda, que Le Pen esté bien ubicada ante las elecciones generales de abril en Francia y Frauke Petry asome como tercera fuerza en los comicios alemanes de septiembre. No están lejos el líder de la Liga Norte italiana, Matteo Salvini, y el del Partido Liberal de Austria, Harald Vilimsky. 


A este clima eurófobo se suma el brexit británico.