Científicamente está comprobado que durante los tres primeros años de vida metabólicamente se programa la salud del niño y arraigan los hábitos alimenticios que tendrán consecuencias sobre su salud futura. Además es en esta etapa cuando el pequeño experimenta un crecimiento muy rápido -duplica su talla y quintuplica su peso- y necesita de un requerimiento nutricional superior ya que se produce un extraordinario crecimiento del sistema nervioso. El Plan de los mil días, que tiene previsto implementar el Gobierno de la provincia, surgido de una iniciativa legislativa, se basa en ese concepto aunque introduce algunas modificaciones al prever una cobertura nutricional desde el momento de la gestación hasta los 2 primeros años de vida. Por sus características y su concepción se trata de un plan modelo que una vez puesto en marcha será único en el país.


Su dimensión es importante ya que se calcula que en una etapa inicial, entre niños y embarazadas habrá unos 30.000 beneficiados, esto si se considera que en nuestra provincia se registran unos 10.000 partos anuales, sólo en los nosocomios de Salud Pública, y que habrá que remitirse al 2015 para encontrar los primeros beneficiados con este sistema.
 

Si bien el plan estará impulsado por el Ministerio de Salud Pública, luego se deberá trabajar en conjunto con otras áreas de gobierno como los ministerios de Desarrollo Humano y Educación, sumando la colaboración de los municipios. Además de los hospitales o puestos sanitarios, el programa requerirá de otras dependencias como escuelas o instalaciones municipales para la distribución de la ayuda o consultorios, en los que se pueda evaluar el estado sanitario. Esto puede resultar un poco más sencillo en los centros urbanos, pero habrá que tener en cuenta los inconvenientes en las zonas rurales o más alejadas. Se considera que atendiendo las necesidades de los chicos desde la concepción, pasando por la lactancia y de la primera infancia, estarán en condiciones y preparados para comenzar el período educativo.
 

El inicio del programa fue anunciado en la apertura de sesiones del actual período legislativo, aunque no se precisó la fecha. Para agosto próximo estarían dadas las condiciones para comenzar con el relevamiento. Más allá de que este programa tenga, aparentemente, características de un plan político, será muy conveniente que haga prevalecer su condición de política de Estado, en relación a que está previsto que su implementación generará un cambio cultural.
 

Para alcanzar los objetivos propuestos en la etapa gestacional se deberá relevar y calificar el estado nutricional de las embarazadas, en las cinco zonas sanitarias de la provincia, y brindar tratamiento según riesgos y patologías. Además se deberán entregar vitaminas y minerales y suplementos alimentarios. También generar un hábito de comunicación para informar a los médicos sobre signos de alarma. Otro aspecto importante es el de incentivar la lactancia materna mediante la creación de consultorios de lactancia. En la última etapa del plan se deberán detectar enfermedades vinculadas al desarrollo, otorgando suplementos alimentarios como "papilla" o "postrecitos" entre los 6 y 24 meses.
 

Sin duda, un plan amplio y revolucionario, con el que se pretende asegurar la salud de los niños, y un desafío para que todos los organismos de gobierno e instituciones de bien pública se sumen a este objetivo trascendental.