La imagen de Mauricio Macri saludando desde el balcón de la Casa Rosada a miles de personas que se habían dado cita en la Plaza de Mayo, en el final de su mandato como Presidente de la Nación, es algo que para muchos argentinos quedará en el recuerdo, ya que se trata de un acto sin precedentes en la historia democrática de nuestro país, de gran significación, en un momento que hacen falta gestos que contribuyan a consolidar la institucionalidad de la República.


Fue tan importante la manifestación multitudinaria, autoconvocada a través de las redes sociales, como lo que el Presidente saliente dijo en su discurso, en relación a que todo eso significaba un "hasta pronto", pero que el presidente electo podía confiar en que "encontrará una oposición constructiva y no destructiva". Consignó que "va a encontrar después de mucho tiempo una oposición firme y severa que va a defender la democracia, la calidad institucional y nuestras libertades".


También dijo que "Tenemos que cuidar a nuestra Argentina de que no la roben ni la maltraten".


La presencia de Macri en el balcón, junto su esposa Juliana Awada y algunos gestos como comenzar el acto con el Himno Nacional y las miles de banderas argentinas agitándose entre el público, fue el marco apropiado para esta concentración en la que si bien el espíritu de la agrupación Juntos por el Cambio estuvo presente, el patriotismo y el sentimiento de argentinidad se pusieron de manifiesto.


La consigna "Más juntos que nunca" que el oficialismo la empleó para la convocatoria, tuvo como objetivo dar muestras que existe la intensión en ese sector político de seguir trabajando en conjunto dentro de la oposición y con vistas a futuros compromisos electorales, siempre con el propósito de continuar con la línea de acción que se ha venido cumpliendo.


El único punto que empañó esta gran fiesta del oficialismo estuvo dado por el rechazo de la gente a la actitud asumida por los diputados Ansaloni, Ávila y Carambia, que al momento de asumir sus cargos anunciaron que no formarían parte de Juntos por el Cambio y que se sumarían al interbloque Unidad Federal, que presidirá el mendocino José Luis Ramón. Salvo este "desafortunado episodio" como lo calificó el propio Macri, esta convocatoria fue el mejor acto de despedida que pudo tener el presidente saliente ya que lo deja bien posicionado políticamente para continuar con su actividad dentro del sector opositor.