Para quienes alguna vez consideraron que el turismo astronómico es una de las alternativas viables que ofrece nuestra provincia, el movimiento que ha generado el eclipse de sol de mañana martes es una prueba del potencial que esta actividad posee para San Juan, considerada una de las mejores zonas para realizar observaciones del firmamento y de todos los fenómenos que en él se puedan producir.

Desde que Domingo Faustino Sarmiento se forjó como uno de los principales impulsores de la astronomía en el país, al igual que el ingeniero Félix Aguilar, a quien se lo recuerda como el creador, en 1935, de la escuela de astronomía y geodesia dependiente del Observatorio de La Plata, nuestra provincia ha estado vinculada a esta ciencia en diversas formas. Ya sea por haber sido elegida por científicos e investigadores de todo el mundo como un lugar propicio de observación, por las condiciones especiales que tiene su cielo, o por contar con dependencias como el Casleo (Centro Astronómico el Leoncito), en la localidad de Barreal, uno de los observatorios de mayor fama a nivel latinoamericano. También se cuenta en la provincia con otros lugares de observación, como el Observatorio Félix Aguilar, que en su predio de Chimbas ofrece una serie de atractivos, como el centro de interpretaciones para conocer la historia de cómo se creó el universo, entre otras explicaciones, y el museo de piezas que antiguamente se utilizaban para las observaciones astronómicas.

Con similar objetivo, en la Villa Dominguito, en San Martín, donde está el paraje Ceferino Namuncurá, hay un telescopio que se habilita para que la gente pueda ver la belleza de los astros que en esa zona serrana se observan con mucha nitidez. 

Pero todo este potencial no se está aprovechando debidamente. Para una adecuada explotación de este recurso, junto a las excursiones o visitas a esos centros de atracción se debería contar con una infraestructura que ofrezca comodidad y la posibilidad de establecerse por algunos días, disfrutando de la naturaleza y los servicios que los turistas requieren.

El fenómeno del eclipse solar se ha convertido en una excelente posibilidad de demostrar el potencial que tiene el turismo astronómico, con una ocupación hotelera plena; el traslado de personas de provincias vecinas; contrataciones de movilidades especiales para llegar a los punto de mejor observación y el gasto por consumo de alimentos y bebidas que dejarán en la provincia. Como para que no queden dudas de lo conveniente que resulta apostar a esta variable del turismo de recursos naturales.