Un hombre halló una caja fuerte abandonada en su campo de Barre, en el estado de Nueva York. Pegada a ella, encontró una enigmática y desafiante nota que despertó la imaginación de los habitantes de esa localidad estadounidense: "Si la podés abrir, podés quedarte con lo que hay dentro".

El jueves pasado, las autoridades debieron dispersar a una multitud que se había amontonado al costado de la ruta para abrir la caja, según publicó el portal 13 Wham. "Le dieron con un mazo, le sacaron el dial y la manija", contó Kirk Mathes, el dueño del campo, quien además agregó que la gente golpeó las bisagras en un intento de apoderarse de lo que había en su interior.

Debido al peso del artefacto, que se estima que es de entre 225 y 270 kilos, la caja debió ser transportada con un equipo, pero aún no se sabe quién la colocó en el medio del campo. "Puede haber sido un tipo o unos niños que se hacen los graciosos. Aquí en Barre hay varios niños locos que son verdaderos bromistas. Pero es un misterio cómo llegó allí", indicó Mathes.

Desde hace varios días que el asunto de la caja fuerte genera conversaciones y especulaciones tanto en redes sociales como entre los vecinos de la ciudad. Mathes mismo tiene conjeturas al respecto, pero al igual que el resto, no tiene ninguna certeza y hasta considera que debería quedar para siempre sin respuesta. "Mi sentimiento personal es que hay que dejarlo como un misterio", explica el hombre.

Para el granjero, el debate sobre el interior de la caja fue una buena distracción para los tiempos que corren. "Si la abrimos, el show se termina.En estos tiempos, con el virus y la política, la caja brinda una oportunidad a la gente para que deje de lado sus problemas y si divierta hablando del tema", asegura Mathes.

Aunque se planea que la caja forme parte del futuro museo de historia de la ciudad, Mathes contó que por el momento la esconderá."Podría contener millones de dólares o confeti. No sabemos", afirmó Cindy Vanlieshout del Comité de Mejoramiento de Barre, que está ayudando con los planes para el museo.

"No sé dónde lo vamos a esconder, pero tan pronto como te vayas, lo haremos", le dijo Mathes al periodista que lo entrevistó.