En Ghana, se ha vuelto popular la contratación de bailarines en los funerales. Pero por más alegría que le pongan en un momento trágico, a veces las cosas no suelen salir bien.

Este sepelio es una muestra. La ceremonia de despedida es protagonizada por cuatro bailarines que sujetan el ataúd apenas con sus hombros.

Cuando comienzan a avanzar, bailan la canción “Áfrican Borborbo” de DSP Kofi Sarpong. Pero unos metros después, el cajón se cae ante la mirada atribulada de los deudos del fallecido y la vergüenza de los artistas contratados.

Después, nadie se animaba a levantar el cajón y devolver al fallecido a su interior.