En la última emisión de Bake Off Argentina (Telefe), los participantes tuvieron el desafío técnico de seguir una receta de Dolli Irigoyen. Y, como ya pasó en temporadas anteriores, la preparación de merengue italiano volvió a causar más de un verdadero dolor de cabeza. “Veo algunos que están muy bien, también hay varios derrumbes”, comentó Damián Betular antes de que empiece la degustación.

Aunque gran parte de las elaboraciones estuvo lejos de conquistar al jurado, Gabriel “El Taxista” Amato fue quien tuvo la peor performance. Su arrollado no tuvo nada rescatable, pero hubo una cuestión que terminó condenándolo: la estética estaba lejísimos del modelo original. “Choqué contra un camión a 120 y ni le miré la patente”, aseguró el concursante para describir lo que había realizado. Y añadió: “Perdón, Dolli. Después te llevo gratis”.

Vale destacar que todos los memes y los comentarios en las redes sociales tuvieron muy buena onda con el concursante. “El Taxista”, como ya lo apodaron por su profesión, ya se ganó a los televidentes por su sencillez y amabilidad. “Ya me encariñé y ya sé que la va a pasar muy mal”, expresó una usuaria. Otra, por su parte, acotó: “Me declaro fan. Es de Berisso, hace referencia al tránsito platense y cocina con vino de la región, lo queremos”.

Al cierre de las devoluciones, cuando los jurados evaluaron los postres, todos estuvieron de acuerdo: el chofer había presentado el peor de todos. “Puse todas las cantidades, seguí la receta, pero no me salió nada”, reconoció Gabriel. Al escucharlo, Betular le pidió que esté más concentrado para la próxima: “Hay que leer bien la receta y seguir el paso a paso”.

El lunes, en el primer programa de esta nueva temporada, Amato ya se había puesto a los televidentes en el bolsillo cuando describió cuál es su mayor ambición. “Mi gran sueño con el tema de la pastelería es poder abrir en un futuro una casita de té y poder servir café, con mis tortas, con mis preparaciones”, señaló. Además, mencionó cuál sería el nombre elegido para ese emprendimiento: “La Casita de Molfeta”, en honor a la tierra en la que nació su papá.

Durante otro pasaje del reality, se refirió a cómo empezaron a tratarlo sus compañeros de trabajo desde que supieron que iba a formar parte del reality: “Me cargan mucho con este tema de la pastelería, son dos profesiones que no combinan. ¿Cuándo viste un taxista pastelero?”.

El taxista tiene 52 años y nació en Chascomús, pero su lugar en el mundo es Berisso. En ese partido bonaerense es dónde se crió y dónde vive junto a su esposa, con quien está casado hace casi tres décadas. Además del tiempo que pasa arriba de su vehículo y de su amor por la cocina, también tiene otro pasatiempo: la radio. Lo cierto es que en sus primeros pasos tanto en la pastelería como en los medios ya cuenta con el apoyo del público.