Mucha alimentación fit, mucha tienda natural y mercado saludable pero parece que los argentinos no terminamos de abandonar algunos vicios alimenticios. Eso demostró un estudio recientemente realizado por la consultora OH! Panel, en conjunto con la marca McCain: si bien el 73% de nuestros compatriotas logró incorporar hábitos tendientes a una alimentación más sana en los últimos cinco años, no pudieron dejar de lado algunos "gustitos".

¿Cuáles son las debilidades argentas? Nada más ni nada menos que el asado, elegido por el 42% de los participantes de la investigación como uno de los platos irresistibles. El segundo puesto se disputa entre la pizza y las milanesas (41% ambas), y la lista sigue con las pastas (31%), el helado (28%) y las papas fritas (21%).


 

Dentro de las buenas noticias, en Argentina se consumen verduras y frutas con cierta regularidad. El 78% de los encuestados aseguró que las primeras son infaltables en la heladera, mientras que el 68% destacó a las segundas. Lo que más se come es papa (98%) y la forma de cocción más elegida es al horno (80%). De la dieta cotidiana también forman parte los huevos (85%) y la leche (70%).

En el relevamiento, publicado en Infobae, también se llegó a la conclusión de que la cena sigue siendo la comida más importante del día, ya que es la que permite interactuar más tiempo en familia. Así es: el desayuno todavía no consigue el esplendor que tanto ansían los nutricionistas.