Este lunes se detonó una bomba de la Segunda guerra mundial en el puerto de Sevastopol, en la península de Crimea, al sur oeste de Rusia.

 

 

El explosivo denominado Parachute fue encontrado en la bahía a unos 17 metros de profundidad, donde había sido dejada por los Nazis en 1941 cuando intentaban bloquear  la entrada de sus enemigos.

 

La operación que duró nueve horas, estuvo a cargo de expertos que trasladaron a mar abierto la bomba por su potencial peligro, luego la activaron y posteriormente la hicieron explotar mediante control remoto, generando una gigantesca ola de más de 30 metros de altura, según recoge el medio británico DailyMail.