Un caso de abuso sexual estremece a la localidad de Villa Mercedes, en San Luis, donde un profesorde música quedó en prisión preventiva acusado de abusar sexualmente de, por lo menos, cuatro alumnos de entre cuatro y seis años.

Los dibujos de un niño que presenció los abusos fueron determinantes a la hora de comprobar lo ocurrido. Juan Manuel Chaves fue denunciado el 7 de diciembre del año pasado, momento en el que los padres de una alumna acudieron al establecimiento educativo San Buenaventura y exigieron respuestas a los directivos, ya que su hija les había contado cómo Chaves abusaba de ellos mientras jugaban al juego de “el gato y el ratón”.

Luego de ser indagado, el docente reconoció que solían jugar pero negó que haya tocado a alguno de sus alumnos. Ante este hecho, padres de otros alumnos también expresaron que sus hijos se comportaban de una forma extraña, por lo que comenzó una investigación para determinar qué pasaba en las aulas donde se dictaban las clases de música.


Micaela Eguinoa, abogada de los padres denunciantes, explicó que el profesor hacía jugar a los chicos a ese juego, y quienes perdían eran separados y sometidos a abusos sexuales, entre los que incluía sacarse la ropa y manoseos. Los nenes implicados trabajaron en tres cámaras Gesell, donde contaron los detalles de lo que vivían en la sala de música.

Por su parte, un nene de seis años, que no participaba del juego por revoltoso y era apartado del resto, pudo “contar” lo que pasaba en el aula a través de sus dibujos, que resultaron claves para determinar que los niños efectivamente sufrían de abusos sexuales. El niño hizo una secuencia de 17 papeles en los que representó los juegos perversos que organizaba el docente. La psicóloga forense María José Goldaracena, quien trabajó con el chico, detalló que “nunca quiso hablar. Cuando se trataba el tema de los dibujos me miraba, fruncía el ceño, se tiraba al suelo, se ponía agresivo y rompía una hoja. Se quedaba sentado en una silla, no hablaba y empezaba a dibujar cosas con contenido sexual y mucha agresión contenida”.

Jesica, mamá del chico, contó que “desde chiquito es un artista y es su medio de expresión. Ha secuenciado todo lo que pasó en la sala de música. Tiene 17 secuencias con el juego del gato y el ratón. Obviamente que no es el original, sino uno perverso. Nuestro hijo se comportaba raro, se orinaba y no quería ir a música los miércoles. Cuando terminó el colegio, los niños empezaron a manifestarse”, haciendo referencia a los otros casos que se dieron a conocer una vez finalizado el ciclo lectivo.

Por otra parte, el juez penal Alfredo Cuello estudia unas pruebas recolectadas tras el allanamiento del domicilio de un docente de catequesis del mismo colegio, donde secuestraron más de 20 celulares, cámaras y computadoras.

El valor de las técnicas gráficas

“Todo dibujo se puede analizar mediante el espacio que se utiliza, el trazo elegido, cómo está dibujado. Son las llamadas ‘técnicas gráficas’, que son herramientas que a un psicólogo le sirven para determinar qué le pasa al paciente, en este caso, al niño”, sostuvo en diálogo con “Crónica” la licenciada en Psicología Camila Moreno (MN 65.230).

De cualquier modo, advirtió: “Para corroborar el abuso es necesario realizar una evaluación psicológica”. Si bien el dibujo es una técnica importante, el especialista no se vale solamente de eso. “No se puede determinar lo que pasó simplemente a través del dibujo. Cuando hay un conflicto de esta magnitud, es necesario que al nene se le tomen otras técnicas, otras herramientas que sirvan para agregar elementos que ayuden a saber qué sucedió realmente. Un dibujo solo no dice nada”, enfatizó la psicóloga.

Es decir que el dibujo necesariamente debe ser complementado con otro tipo de pruebas. Con respecto a este caso en particular, los nenes fueron interrogados a través de la cámara Gesell, la cual consiste en una pericia testimonial en la que son grabados y filmados, para luego analizar lo que se dijo.