El Palacio de Versalles, ubicado en el municipio homónimo, cercano a París, en Francia, se cubrió de nieve este fin de semana y sorprendió a locales y turistas con un espectáculo visual que jamás olvidarán.

El castillo y sus emblemáticos jardines mostraron su belleza tapados con un manto blanco que dejaba ver algunos de sus distintivos dibujos, que hacen a este sitio una obra maestra de la arquitectura y una marca del estilo francés.

Pese a que el lugar está cerrado al público para visitas, por las medidas implementadas por el Gobierno para prevenir los contagios frente a la segunda ola de coronavirus, los jardines permanecen abiertos y esto permitió que unos cuantos afortunados que estaban cerca pudieran vivir de manera presencial este fenómeno que modificó momentáneamente una obra de arte.

El Château de Versailles fue imaginado por Luis XIV y se construyó como una finca para que el “Rey Sol” pudiera pasar allí sus días de descanso. Desempeñó las funciones de una residencia real desde 1682 hasta 1789.

La edificación comprende tres palacios: Versalles, Gran Trianón y Pequeño Trianón, además de varios de edificios situados en la villa. Si bien Luis XIII hizo construir allí un pabellón de caza con un jardín, su sucesor fue quien le dio su amplitud y determinó su destino. Tuvo tres etapas de construcción y tres arquitectos: Charles Le Brun, André Le Nôtre y Jules Hardouin-Mansart.

Desde 1995, está administrado por el Establecimiento público del palacio, el museo y el dominio nacional de Versalles (EPV), una entidad pública que opera bajo control del Ministerio francés de cultura. El conjunto del palacio y parque de Versalles, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.