Luis Albornoz sorprendió a todos. El hombre, que aspira a un cargo de concejal en Tucumán, busca votos vestido como Jesús.

Se fue de su Tucumán natal a los once años para irse a Buenos Aires, aunque las cosas no salieron como planeó. Tuvo problemas económicos y amorosos (según sus propias palabras: “No recuerdo si tengo 14 o 15 hijos”), y tras varios matrimonios frustrados decidió regresar a su provincia.

Su primera parada ocho años atrás fue Lules, donde cultivó la tierra hasta que consiguió un carro y un caballo y se fue a vender a Bella Vista, a 17 kilómetros.

Allí se puso en pareja con una joven 20 años menor que él y su vida se reorganizó después de una charla con Dios. “Todos los días a las tres de la mañana me instalaba frente a la cancha del club Bella Vista, pero luego la Municipalidad me sacó y no me dejaron vender”, le relató el Mechudo a El Tucumano.

“Un día, hablando con Dios le digo: ‘¿Qué estás haciendo con mi vida? Me estás cagando la vida’, lo insulté muy fuerte. A partir de ahí es como si Dios se hubiera acordado de mí”, recordó Albornoz, quien se apoyó en la Biblia y en la fe para superar sus problemas y ahora tiene algunas verdulerías que también atiende con su atuendo de Cristo.

“Yo leo la Biblia, soy muy creyente. Veo una película sobre Jesús y lloro -explica-. Un día, hace cinco años, le pedí a un amigo que me haga una túnica. Y salí para Bella Vista con barba postiza. Todos los años lo hice y el año pasado me propusieron ser candidato a concejal y acepté, porque el intendente Jorge Salazar me parece un tipo serio, jamás lo fui a molestar, jamás le pedí nada”, detalla Luis.

Es por eso que ahora recorre las calles de Bella Vista vestido como Jesús buscando votos para las próximas elecciones, donde va por un lugar como concejal de la ciudad.

Aunque tuvo que salir a aclarar que por más que se viralizó una foto en la que hace la “V” con sus dedos no es peronista, sino radical. “La repercusión me superó porque tengo hijos chicos. Me molestó de sobremanera, iba a largar todo. Esto lo hago porque quiero ser un ejemplo para los pibes que dicen que la gente laburante nunca llega”, expresó el Mechudo, de 54 años.

“Como este año estoy bien económicamente y mis locales van bien, tenía dos opciones: sentarme a criar chanchos o meterme en política y devolverle algo a la gente”, confesó.

Fuente: TN