Rapid Wheels es una competencia de BMX muy popular en Holanda. Pero no fueron los ciclistas profesionales los que se llevaron toda la atención en la última edición.
Lo más comentado fue un evento previo: una carrera de niños de dos años que tuvo un desenlace inesperado. Dos de las "mini ciclistas" que participaban comenzaron con serias dificultades para atravesar la primera loma y debieron ser asistidas por los miembros de la organización, que las ayudaron a subir.
En cambio, Senn Swieters pasó sin dificultades y les sacó varios metros de ventaja. Su victoria parecía inevitable.
Sin embargo, cuando estaba a centímetros de la meta, decidió dar media vuelta. Para desazón de su padre, que lo esperaba del otro lado, el niño quería seguir andando en bicicleta. Como consecuencia, la competidora que estaba más rezagada terminó ganando la carrera.
