El hombre que sale a pasear a su perro como todos los días se encuentra con que éste no quiere volver a casa. Se trata de algo habitual y que todos los dueños de mascotas conocen.

Lo que llama la atención es la tozudez con que este husky siberiano se resiste a regresar. El hombre tiene que arrastrarlo y se nota que lo hace con cuidado y hasta comprensión por la actitud del perro.

Para probar que sólo se trata de empecinamiento y obstinación del animal, el hombre en algún momento amaga con volver al paseo y entonces el perro se levanta como si nada ocurriera.

Cuando vuelve hacia la puerta el perro retoma su actitud.