La maestra envió la fotografía al grupo de padres en WhatsApp para comentarles lo bien adaptados que estaban desde el inicio del curso los nuevos alumnos a la escuela en Sudáfrica.

Pero hay un detalle por el que la foto se volvió viral, generó protestas y llevó a que la maestra fuera suspendida de sus labores en la escuela primaria de Schweizer-Reneke, en el noreste de Sudáfrica.

Las autoridades locales “condenaron contundentemente” el incidente y anunciaron “una investigación” de los hechos.

Tras la reacción de los padres, la escuela compartió otra foto de los niños integrados independientemente de la raza, pero ya era muy tarde.

Según explica Milton Nkosi, periodista de la BBC en Sudáfrica, las diferencias lingüísticas se han utilizado históricamente para excluir a los estudiantes negros en un país donde el racismo aún está profundamente arraigado casi 25 años después del apartheid.

Medios locales informaron que algunos padres blancos retiraron a sus hijos de la escuela por “temores de seguridad”.