Las deportistas ganadoras del campeonato de squash de Asturias tuvieron una desagradable sorpresa cuando fueron a recibir el premio que se habían ganado. Además del trofeo, recibieron estuches de belleza con cera depilatoria, una lima eléctrica para eliminar las durezas de los pies y un vibrador.

Los obsequios causaron gran indignación en las cuatro premiadas y dos días después presentaron un reclamo ante la Federación de Squash del Principado de Asturias.

Maribel Toyos, vocal de la junta gestora de la federación expresó que “nunca en la historia les había ocurrido nada parecido” y remitió el asunto al Instituto Asturiano de la Mujer.

Una de las premiadas fue la reconocida deportista Elisabet Sadó, quien a sus 37 años ha sido número uno del mundo y siete veces campeona de España de una disciplina que cuenta con pocas personas federadas. Al ser consultada por los premios, Sadó dijo que estos comportamientos son “la base de todo ese machismo estructural que, en los casos más graves, acaba con mujeres asesinadas”. Ella sabe de lo que habla porque trabaja atendiendo a mujeres víctimas de violencia de género.

“Me gustaría que esto sirviera para que no pase nunca más y para que se tenga en cuenta que el deporte no es, ni de lejos, tan igualitario como la gente cree”, expresó.

Por otro lado, el Club Squash Oviedo que fue el encargado de organizar el evento emitió un comunicado pidiendo disculpas por los premios que “fueron inapropiados y nunca debieron ser entregados”.

Tras el vergonzoso episodio, dos directivos del club y uno de la federación presentaron su dimisión. Los responsables del club, que se plantea incluso la disolución, aseguraron que a veces les ceden regalos para las galas y que, en este caso, “no comprobaron la idoneidad” de los obsequios.