Carlos es un joven de 21 años que se encuentra sin trabajo. Impulsado por la necesidad de buscar un empleo ingresó hace unos días en un local comercial de la ciudad de Córdoba para ver si había una vacante. La mujer que lo atendió le dijo que por el momento no, pero que dejara un currículum. El joven le pidió disculpas y le contestó que no tenía plata "ni para imprimir uno".

Por este motivo, Carlos tuvo que confeccionar a mano su propio currículum, que en las últimas horas se volvió popular gracias a una publicación que hizo en Facebook Eugenia López, la encargada del mostrador que lo atendió en el local.

Ella difundió en la red social la hoja de papel manuscrita del joven como una manera de ayudarlo a encontrar trabajo -en el local no necesitaban personal-, y dejó la siguiente reflexión: "Qué importa que no tenía para imprimir, si lo que quiere y lo que necesita es trabajar".

El hecho ocurrió la semana pasada, cuando Carlos ingresó al local comercial ubicado en la calle 9 de julio, entre Rivera Indarte y San Martín, de la capital cordobesa. El lugar estaba saturado de gente y el joven esperó su turno y se acercó a López: "Me preguntó si estábamos tomando personal y le respondí que por el momento no, pero le pedí que me dejara su currículum vitae de todas formas", relató la empleada del comercio al medio local ElDoce.tv.

Según López, ante esa requisitoria, Carlos se puso la mano en el pecho y se excusó: "Te digo la verdad, no tengo ni siquiera dinero para imprimir un currículum". La mujer entonces se conmovió con esa confesión, y le prestó los elementos al joven para que hiciera su CV a mano. "No, yo traje lapicera y un cuadernito", respondió el joven que de inmediato se puso a escribir sus datos personales y su trayectoria laboral.

"Lo vi sentadito y se me partía el alma", expresó al mismo medio Eugenia López, quien relató su vivencia en su cuenta de Facebook, donde publicó una foto con el currículum del joven para quien pudiera y quisiera ayudarlo a obtener empleo. Sabedor de que un CV no impreso puede no ser visto de la mejor manera -aunque su letra manuscrita es muy prolija- , el joven terminó su presentación con estas dos líneas: "Muchas gracias por aceptarme el CV y disculpe por la impresentable hoja".

El CV del joven, que incluye trabajos de lava copas, mozo y albañilería, entre otras labores, tiene hoy miles de "me gusta". Fue compartido otras tantas miles de veces y se difundió por varios medios de comunicación.