Agua, aire, tierra y fuego son los elementos de los signos del zodíaco; es en relación a ellos que se agrupan los doce signos y sus rasgos determinan la personalidad de cada persona que nace bajo la influencia de ellos.

Agua: Son soñadores, sensibles, emocionales.

Cáncer: Es el más emocional. El Agua de Cáncer es de manantial, dulce y transparente, amante de la familia, el hogar, la tradición. Se rige por la intuición y el inconsciente.

Escorpio: El Agua de Escorpio es turbulenta y en constante movimiento. Siempre está buscando nuevas experiencias y respuestas. Debido a su sensibilidad, puede tener episodios depresivos o altibajos emocionales.

Piscis: Fluye en aguas correntosas que suelen ir en sentido opuesto. Es soñador e idealista pero tan emocional que a veces no puede decidir cuál es la corriente en la que quiere nadar. Su naturaleza es contradictoria, por eso a veces no confía en su intuición.

Aire: Son inteligentes, comunicativos y adaptables.

Géminis: Es etéreo y volátil como su elemento tanto que a veces parece un eterno adolescente. Su mente está constantemente volando en reflexiones y búsqueda de conocimiento, por eso cambia constantemente y puede desconcertar a quienes lo rodean.

Libra: Es el Aire de viento suave que acaricia y mantiene el equilibrio. Busca constantemente la belleza, la armonía y la justicia tanto en su interior como en el mundo externo. Necesita socializar e identificarse con los demás.

Acuario: Es viento de cambio, conectado con la sabiduría y la conciencia universal. Su sabiduría se orienta hacia los ideales humanos, la innovación, la búsqueda de un mundo mejor. Persigue el progreso y la libertad.

Tierra: Son realistas, materialistas y pacientes.

Tauro: Está bien enraizado en Tierra fértil y dadora de seguridad. Protege y lucha por lo que es suyo ya sean bienes materiales o vínculos afectivos. Llega a ser posesivo y testarudo al respecto. Persigue el bienestar material y la estabilidad emocional.

Virgo: Pisa más en tierras movedizas. Es realista y persigue constantemente el orden y la perfección, sin embargo, no se cierra y tienen en cuenta las posibilidades de cambio y movimiento. A través del análisis y la reflexión, se trasplanta a otra Tierra si es necesario.

Capricornio: Es Tierra dura, rocosa, camina sobre terreno montañoso en su afán de ascender y posicionarse. Su capacidad de supervivencia y su perseverancia y determinación hacen que pueda llegar a la cima. Recién cuando ha cumplido sus objetivos Capricornio puede relajarse y descomprimirse.

Fuego: Son impulsivos, vehementes y enérgicos.

Aries: Es el Fuego originario, es pionero, valiente y muy capaz. La energía de Aries es tan grande que puede generarle conflictos, por su forma de actuar arrebatada y a veces agresiva. Arrasa con todo a su paso.

Leo: La llama de Leo arde en su interior y brilla hacia fuera, por eso el León llama tanto la atención y mantiene su condición de rey del zodíaco. Necesita dominar y ser celebrado por los demás. Su orgullo es lo que le permite triunfar y no apagarse nunca.

Sagitario: El Fuego de Sagitario es el más estable y controlado, se aviva solo cuando es necesario. Mientras, vive al calor de su optimismo, alegría y sinceridad. Generalmente no se deprime ante la adversidad, porque con su inteligencia y actitud superadora, sabe que todo estará bien.