Una fiesta de cumpleaños en Teherán casi termina en una tragedia. Ello se debió a que los invitados decidieron, en el momento de soplar las velas, rociar la torta con un aerosol de serpentinas.

Por efecto de esa sustancia, el fuego de las velas se expandió y cubrió a dos jóvenes, la cumpleañera y quien colocaba la torta en la mesa.

Si bien los presentes lograron extinguir las llamas en pocos segundos, las dos jóvenes sufrieron quemaduras, una de ellas de gravedad.